Con la frase que uso de título comenzaba una canción del Grupo Madera, por allá en 1980. Canto para que la vida tenga una razón, continuaba. Al final de esta publicación, después de los otros dos videos está Canto a mañana del grupo Madera.
Desde hace muchos años cantar es importante para mí. Cuando se usaban los quemadores de CD hice varias selecciones de la música que compraba cuyo único propósito era cantar. Empezó con Si de cantar se tratara... Por allá en 2003 con Marcela y Camila tomamos clases de canto con Raúlito, cubano y miembro del Trío Enserie.
Cantar sigue siendo algo importante en mi vida. Este año, uno de esos propósitos que hace uno en diciembre y enero era tomar clases de canto y, de pronto, tener preparadas unas canciones para fin de año. Porque aunque canto mucho, canto mal. Mi oído de artillero no logra diferenciar las notas en las canciones y mi garganta sin entrenamiento cree que está sacando una nota y en realidad produce otra.
Empecé clases hace un mes y entre idas y vueltas algo parece haber mejorado. Estoy cantando con la canción Bogotá, de Pala (Carlos Palacio), compositor y poeta muy premiado. Confieso que a ratos me siento decepcionado, que no avanzo, que no hay futuro, que mi oído no mejorará, aunque la garganta sí pueda hacerlo con entrenamiento. Pero ahí sigo. Mafe dice que no solo con esa canción sino con las demás que me oye cantar desafino menos. Bueno, no lo dice así, sino que lo hago mejor.
Este era el tipo de cosas que uno contaba en los blogs, en estos blogs, hace 20 años.
Les dejó la canción de Pala, bien cantada, y más abajo otra versión de Niyireth Alarcón. De pronto algún día me anime a publicar mis grabaciones cantando así como me atreví a publicar mis grabaciones leyendo en el podcast Lecturas de tabaquería, hace 16 años
Comentarios